Pequeña gran joya

Diario Ideal. Jaén, 16/02/2010

El Chador Azul

La obra de Beatriz Pitarch es una "pequeña-gran joya"

Leer "El Chador Azul" no te deja indiferente. Es un librito que, a primera vista, parece ser una aproximación tan superficial como lo que puede dar de si el breve viaje de un turista a un país tan oscurecido como Irán, o la antigua Persia. Pero nada más la fotografía de la portada supone tal cúmulo de contrastes, que esa primera impresión no tarda en desvanecerse. Un enorme patio a modo de claustro, al que podemos acceder desde un arco que se encuentra en primer plano, nos dibuja formas arquitectónicas influenciadas por el Islam, con una sencilla fuente en el centro y con lo que se supone que son dos mujeres atravesando el atrio. Se supone porque van vestidas al estilo tradicional musulmán, y sus cabezas van cubiertas con sendos chadores. Una camina sobre sus propios pies y empuja la silla de ruedas en la que va sentada la otra.

Estas dos mujeres son las protagonistas de una historia vivida en primera persona en uno de los países sobre los que recae una de las leyendas más negras de nuestro tiempo. A lo largo del libro no solo vamos a descubrir partes de esa leyenda negra que son verdad, sino un mundo bullicioso de gentes que quieren vivir dignamente y en paz, de gentes que derrochan amabilidad y cercanía. Unas gentes que viven en un lugar privilegiado por sus paisajes y, sobre todo, por su arte.

Por eso este libro no te deja indiferente, no sólo porque invite a visitar aquel gran país con su gran cultura, sino porque rompe esquemas, pone sobre la mesa su realidad, con sus luces y sus sombras y nos invita a olvidar esquemas maniqueos de buenos y malos porque la realidad, siempre, tiene muchísimos más matices que el blanco y el negro. Beatiz Pitarch, su autora y una de las mujeres que atraviesan el atrio de la portada, junto con la editorial Laertes, han hecho posible esta pequeña-gran joya para los amantes de los buenos viajes, del arte y del intercambio serio, respetuoso y de igual a igual entre los ciudadanos del mundo, habiten la cultura que habiten.

Texto: Jesús García Alcántara